CRIMEN DE ESTADO

Los movimientos políticos involucrados con el socialismo del siglo XXI no contentos con apropiarse de los recursos de los Estados, se han dado a la ingrata tarea de perseguir, intimidar, secuestrar y asesinar a quienes se oponen a sus intereses o simplemente porque constituyen una amenaza real o potencial al mal llamado proyecto político, que no es otra cosa que un proyecto maquiavélico de poder para perennizarce en el mismo.

Algunas de estas acciones rayan en crímenes de Estado, ya que se utilizan recursos materiales y humanos de los Gobiernos para perpetrar estos delitos contra los derechos humanos, llegando incluso a irrespetar lo más sagrado que es la vida de las personas. Para ellos el fin justifica los medios. Nada ni nadie puede oponerse a su proyecto de poder, lo que les estorba lo eliminan sin ningún empacho ni remordimiento. Esa es la trama criminal de estos seudos movimientos políticos, liderados por caudillos populistas que carecen de conciencia y principios éticos-morales, por lo que actúan con un cinismo propio de personas envanecidas con el poder y que perdieron la proporción de sus actos.

Los ejemplos más patéticos de este accionar desquiciado en la región lo encontramos en Venezuela y Nicaragua, donde la pérdida de vidas humanas es el pan de cada día, donde estos gobiernos autodenominados populares no hacen sino asesinar a sus compatriotas ya sea con el aparato represor del Estado o con los grupos paramilitares creados por ellos mismos, para supuestamente defender sus proyectos políticos, que buscan aparentemente el bienestar de los pueblos, pero en la práctica han demostrado ser proyectos de dominación y enriquecimiento de las élites políticas corruptas.

En el caso de Ecuador, durante una década se cometieron un sinnúmero de arbitrariedades y atropellos, donde se utilizo la maquinaria del Estado como un instrumento de persecución de la oposición política o sobre personas naturales que disentian con el accionar autoritario, abusivo y prepotente del ex Presidente Correa. Lo más grave de este accionar son las ejecuciones extrajudiciales entre otras de :

* Quinto Pazmiño y su esposa por los pativideos

* Fausto Valdivieso por denuncias de corrupción en el canal del Estado TC.

* El abogado  Wellington Alcivar denunció al propio ex Presidente Correa sobre el secuestro de la justicia por parte del narcotráfico en Esmeraldas y a los pocos días fue ejecutado.

El aparato de propaganda del correismo logró minimizar estos hechos, sin embargo el evento que amenaza con poner en evidencia la trama criminal del régimen anterior es el secuestro del activista político Fernando Balda, caso sobre el cual existen evidencias irrefutables que apuntan como autor intelectual al ex Presidente Rafael Correa y cercanos colaboradores del gobierno como:

Ex Director de la SENAIN Pablo Romero
Ex Ministro del Interior José Serrano
Ex Director de Inteligencia de la PPNN Gral Fausto Tamayo

En el caso Balda existen evidencias materiales de pagos desde la Presidencia, SENAIN y Dirección de Inteligencia de la PPNN, así como evidencias testimoniales de los agentes de Inteligencia de la Policía Nacional que fueron los autores materiales del hecho, quienes involucran a altos funcionarios de la esfera del poder del correismo.

El caso Balda se ajusta a lo que la comunidad internacional lo juzga como CRIMEN DE ESTADO de acuerdo al artículo 7 del Estatuto de Roma, que es la privación de la libertad cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado.

Los caudillos del Socialismo del siglo XXI al tener el control de todos los poderes del Estado pensaron que su accionar criminal quedaría en la impunidad por siempre, pero la historia ha demostrado que nada es eterno y que sólo es cuestión de tiempo para que la justicia nacional y/o internacional los juzgue como genocidas de sus pueblos.

Crnl (SP) Raúl Andrade Moncayo