EL PIPONAZGO

El Gobierno de la “década de la ignominia ”, haciendo una rancia imitación del chavismo, fomento el piponazgo en el sector público creando un sinnúmero de instituciones inoficiosas como el Ministerio de la felicidad entre otras, pero que eran parte de un voraz clientelismo político, inflando la burocracia hasta límites inmanejables, que llevó al Estado ecuatoriano a un problema de carácter estructural.

Lo perverso del clientelismo político del correismo es que el actor político se aseguró de infiltrar en las instituciones un ejército de incondicionales sumisos a un caudillo y a cambio de los puestos burocráticos, el funcionario público le retribuyó con una obediencia enfermiza y una mal entendida lealtad a un proyecto político fracasado en la región, lo que les convirtió en entes sin voluntad, prisioneros de un sistema maquiavelico de redes de zombies, que miranban hacia el otro lado cuando observan actos de corrupción en su entorno ó terminaron contaminados con su accionar impúdico.

Si revisamos la carrera pública del actual candidato a la presidencia Andrés Arauz, vemos que es el típico caso de piponazgo, que sin la debida formación, pero incondicional al proyecto del socialismo del siglo XXI entra a la función pública y lucra de los cargos públicos por 12 años, dónde deambula de puesto en puesto desde el Banco Central hacia la Secretaría de la Presidencia de la República, posteriormente a Semplades, luego paso a SERCOP y de ahí al Ministerio de Coordinación de Talento Humano con la particularidad de estar siempre vinculado al Banco Central con la figura de comisión de servicios, para finalizar con una venta de su renuncia por mas de 27.000 usd, acto administrativo ilegal que deberán responder en su debido momento las autoridades del Banco Central.

Con la experiencia que tuvo el correismo con la Presidencia de Moreno, al que lo han tildado de traidor, por denunciar que la mesa no quedó servida como se vanaglorio el innombrable del ático y por haber permitido que la justicia actúe con independencia en los casos de corrupción del régimen anterior. Correa en esta ocasión tuvo el cuidado de escoger a un acólito, que cumpla los requisitos básicos de incondicional y sin de escrúpulos como para firmar contratos lesivos al interés nacional, que otros se negaron a firmar, por lo que encajaba perfectamente a los protervos intereses de Correa.

Además, que se puede esperar de alguien que tiene en sus genes del engaño como es el caso de su padre que fue socio y testaferro de Alejandro Peñafiel ex dueño del Banco de Préstamos , banquero que fue juzgado por 14 juicios por delitos de estafa, peculado, fraude fiscal, falsificación de documentos, abuso de confianza y para completar la cereza del pastel, su madre que teniendo una empresa de turismo saca un RUC como betunera, para evadir el pago al fisco.

Ante este escenario y como parte del clientelismo político ARAUZ está en la obligación inmoral de devolverle el favor de su piponazgo a su protector CORREA, con la impunidad, el mismo que persigue el archivo de los 32 juicios que pesan en su contra por sus execrables delitos.

Nadie mejor que alguien que usufructo del piponazgo por 12 años como Andrés Arauz, puede ser leal al caudillo que sin poder resultó ser un esperpento político, sin embargo existe la deuda de favores, por lo que apesar de no está preparado para conducir los destinos de la Nación, aceptó ser la marioneta perfecta de un dictadorzuelo ávido de venganza.

El Ecuador, debe dar un giro estratégico en la forma de hacer política, lo cual sólo será posible con un liderazgo fuerte e integro, que permita fortalecer la institucionalidad nacional y devolver la independencia a las diferentes funciones del Estado, para que estas actúen como corresponde en un estado de derecho.

No más piponazgos, que lucren del Estado, el país no necesita de incondicionales, sino de verdaderos funcionarios que entreguen su mejor aporte y honren con su trabajo el servicio público y no lo denigren con actos inmorales de corrupción.

Es hora de recuperar el rumbo del país y este 11 de Abril es la oportunidad histórica de vestirnos con la bandera tricolor y votar por la opción del cambio y la unidad nacional en beneficio de la paz y bienestar del pueblo ecuatoriano.

CRNL (SP) RAUL ANDRADE MONCAYO